miércoles, 26 de mayo de 2010

Tedeum en la Catedral. El Card. Bergoglio reclamó un clima social, espiritual e institucional.




Card. Jorge Mario Bergoglio en el TedeumBuenos Aires, 25 May. 10 (AICA) El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge Mario Bergoglio, volvió a reclamar hoy “un clima social y espiritual distinto al que estamos viviendo”, y consideró que “urge recrear las condiciones políticas e institucionales que nos permitan superar el estado de confrontación permanente que profundiza nuestros males”.

Antes de iniciar la celebración, el purpurado porteño destacó como ”un hermoso gesto” que las autoridades nacionales, encabezadas por la presidenta Cristina Fernández, hayan ido a la basílica de Luján para dar gracias a Dios por la Patria, y se unió a mismo gesto que se realizará en otras catedrales católicas y cristianas del país.
El purpurado no improvisó una homilía, sino que optó por leer la declaración “La Patria es un don, la Nación una tarea”, redactado durante la 155º reunión de la Comisión Permanente, de marzo pasado. El mismo texto que entonces la comisión ejecutiva llevó personalmente a la presidenta Cristiana Fernández de Kirchner, a los integrantes de la Corte Suprema de Justicia y a los titulares de las cámaras de Diputados y Senadores.
Tras señalar que “la situación actual requiere una actitud de grandeza de parte de todos los argentinos, en particular de sus dirigentes”, estimó que “no es momento para victimizarnos ni para procurar ventajas sectoriales”.
“Aunque a veces lo perdamos de vista, la calidad de vida de las personas está fuertemente vinculada a la salud de las instituciones de la Constitución cuyo deficiente funcionamiento produce un alto costo social. La calidad institucional es el camino más seguro para lograr la inclusión de todos en la comunidad nacional. Por eso, es necesario que los poderes del Estado, de acuerdo a su naturaleza, actúen respetando su legítima autonomía y complementándose en el servicio al bien común”, subrayó.
El cardenal Bergoglio hizo hincapié también en el párrafo que exhorta a “privilegiar la sanción de leyes que respondan a las necesidades reales del pueblo, y no de detenerse en opciones fijadas por intereses que no tienen en cuenta la naturaleza de la personas humana, de la familia y la sociedad”.
Oportunamente, el vocero episcopal, presbítero Jorge Oesterheld, explicó que en ese punto los obispos se referían a los intentos por sancionar normas para favorecer el mal llamado “matrimonio” entre personas del mismo sexo y el aborto.
Una copia de la declaración “La Patria es un don, la Nación una tarea” y el documento “Hacia un Bicentenario en Justicia y solidaridad” fueron entregados a los representantes políticos y fieles que asistieron a la catedral metropolitana a dar gracias a Dios por la Patria, en el marco del comienzo de los festejos por el Bicentenario 2010-2016.
Al finalizar la acción de gracias, referentes de diversos credos manifestaron desde sus creencias el significado de esta fecha patria.
Texto completo del documento

1. La celebración del Bicentenario merece un clima social y espiritual distinto al que estamos viviendo. Urge recrear las condiciones políticas e institucionales que nos permitan superar el estado de confrontación permanente que profundiza nuestros males. La situación actual requiere una actitud de grandeza de parte de todos los argentinos, en particular de sus dirigentes. También nosotros, como pastores, nos sentimos interpelados por esta situación y no nos excluimos del examen de conciencia que se debe hacer.
2. La que sufre es la Nación toda; no es momento para victimizarnos ni para procurar ventajas sectoriales. “Aunque a veces lo perdamos de vista, la calidad de vida de las personas está fuertemente vinculada a la salud de las instituciones de la Constitución cuyo deficiente funcionamiento produce un alto costo social” . La calidad institucional es el camino más seguro para lograr la inclusión de todos en la comunidad nacional. Por eso, es necesario que los poderes del Estado, de acuerdo a su naturaleza, actúen respetando su legítima autonomía y complementándose en el servicio al bien común.
3. Si toda la Nación sufre, más duramente sufren los pobres. Este es un reclamo del cual nos volvemos a hacer eco, porque se trata de una deuda que sigue vigente, y que se lee “en los rostros de miles de hermanos que no llegan a vivir conforme a su dignidad de hijos de Dios” . Por ello, es el momento de privilegiar la sanción de leyes que respondan a las necesidades reales de nuestro pueblo, y no de detenerse en opciones fijadas por intereses que no tienen en cuenta la naturaleza de la persona humana, de la familia y de la sociedad.
4. La Patria es un don que hemos recibido, la Nación una tarea que nos convoca y compromete nuestro esfuerzo. Asumir esta misión con espíritu fraterno y solidario es el mejor modo de celebrar el Bicentenario de nuestra Patria.
5. Los cristianos invitamos a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a unirse a nosotros en la oración para invocar al Señor, que es la fuerza de su pueblo, y a pedirle por nuestra querida Patria argentina: “Salva a tu pueblo y bendice a tu herencia; apaciéntalos y sé su guía para siempre” . Una vez más ponemos estos deseos y esperanzas en las manos de Nuestra Madre de Luján.

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