“Y Jesús dijo: Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación... Y los discípulos salieron a predicar por todas partes con la ayuda del Señor, el cual confirmaba su mensaje con las señales que lo acompañaban” (Mc.16,15-20)
martes, 2 de noviembre de 2010
3 de Noviembre fiesta de Ntra Sra del Sufragio
miércoles, 20 de octubre de 2010
Exposición de pesebres 2010
La costumbre de armar el pesebre para Navidad fue popularizada por San Francisco de Asís quien, luego de su viaje a Tierra Santa, pidió la autorización del Papa para representar el nacimiento de Jesús con un pesebre viviente. Desde entonces la tradición del pesebre se extendió no solo por Europa sino también por el resto del mundo.
jueves, 5 de agosto de 2010
San Cayetano caminamos con fe, pidiendo tu protección. 7 de Agosto
Te pedimos por el pan y el trabajo de todos los argentinos, para que quienes lo tengan, puedan conservarlo y para quienes no lo tienen, lo encuentren.
San Cayetano decía: "No basta sentir amor. Es necesario actuarlo".
San Cayetano ayúdanos a, como vos, vivir en el amor, a Dios y a nuestros hermanos.
miércoles, 4 de agosto de 2010
martes, 3 de agosto de 2010
Día del Niño. 8 de agosto
¡Qué importante es el niño para Jesús!
En efecto, podemos ver esta importancia de Jesús por los niños en los Evangelios, como en el de Mateo 18, 3, cuando Jesús dice: « Si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los cielos » poniendo al niño como modelo para el adulto. Esto significa que quien quiera entrar en el Reino de los cielos debe ser como un niño, ni más ni menos. Digiera Juan Pablo II en una carta enviada a los niños de todo el mundo: “Al cielo van los que son sencillos como los niños, los que como ellos están llenos de entrega confiada y son ricos de bondad y puros. Sólo éstos pueden encontrar en Dios un Padre y llegar a ser, a su vez, gracias a Jesús, hijos de Dios”. Lo que nos demuestra que lugar importante le da Jesús a estos “pequeños bajitos”.
Y en el de Marcos 10, 14, cuando dirigiéndose a sus apóstoles, en una gran manifestación de amor hacia los niños, dice a sus apóstoles: «Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis», «Porque de los que son como éstos es el Reino de Dios». Recibiéndolos con los brazos abiertos.
Sin dudarlo, la de una Madre, siempre atenta, escuchando las oraciones sencillas de sus hijos más pequeños.
Si miramos la historia de las Apariciones Marianas, muchas veces María eligió manifestarse a
niños, como a santa Bernardita de Lourdes, a los niños de
A ellos rezo por todos ustedes...
Dios los bendiga...
¡Feliz día del niño para todos!
lunes, 7 de junio de 2010
Día del Jardín. Regalitos.
Junio, mes del Sagrado Corazón de Jesús.
La imagen del Sagrado Corazón de Jesús nos recuerda el núcleo central de nuestra fe: todo lo que Dios nos ama con su Corazón y todo lo que nosotros, por tanto, le debemos amar. Jesús tiene un Corazón que ama sin medida.
Y tanto nos ama, que sufre cuando su inmenso amor no es correspondido.
La Iglesia dedica todo el mes de junio al Sagrado Corazón de Jesús, con la finalidad de que los católicos lo veneremos, lo honremos y lo imitemos especialmente en estos 30 días.
Esto significa que debemos vivir este mes demostrandole a Jesús con nuestras obras que lo amamos, que correspondemos al gran amor que Él nos tiene y que nos ha demostrado entregándose a la muerte por nosotros, quedándose en la Eucaristía y enseñándonos el camino a la vida eterna.
Todos los días podemos acercarnos a Jesús o alejarnos de Él. De nosotros depende, ya que Él siempre nos está esperando y amando.
Debemos vivir recordandolo y pensar cada vez que actuamos: ¿Qué haría Jesús en esta situación, qué le dictaría su Corazón? Y eso es lo que debemos hacer (ante un problema en la familia, en el trabajo, en nuestra comunidad, con nuestras amistades, etc.).
Debemos, por tanto, pensan si las obras o acciones que vamos a hacer nos alejan o acercan a Dios.
Tener en casa o en el trabajo una imagen del Sagrado Corazón de Jesús, nos ayuda a recordar su gran amor y a imitarlo en este mes de junio y durante todo el año.
en vos confío.
miércoles, 2 de junio de 2010
Tres fiestas para la Iglesia!
Festividad de la SANTÍSIMA TRINIDAD.
"Un sólo Dios, un solo Señor"
La devoción a la Santísima Trinidad se inició en el siglo X, y a partir de esta época se fue también difundiendo su fiesta litúrgica, entrando en el calendario romano en 1331. Si bien desde el comienzo del cristianismo la oración litúrgica se ha dirigido al Padre, por mediación del Hijo y en el Espíritu Santo, y el mismo Jesús habló de Dios como una comunión de amor y manifestó el misterio de las tres divinas personas, lo original de esta fiesta es el honrar específicamente a Dios sin tener como motivo un acontecimiento salvífico, ni la memoria de un santo. Se trata de "profesar la fe verdadera, conocer la gloria de la eterna Trinidad y adorar su unidad todopoderosa".
Es consolador saber que nuestro Dios es "uno sólo, pero no solitario" (Concilio VI de Toledo, año 638), amor puro que sólo busca darse de forma creadora y llevarnos a participar en su unidad vital eterna.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos.
Amén
Festividad de CORPUS CRISTHI.
Corpus Christi (ó Cuerpo de Cristo) es una fiesta de la Iglesia Católica destinada a celebrar la Eucaristía.
Las celebraciones del Corpus suelen incluir una procesión en la que la hostia, el mismo Cuerpo de Cristo, se exhibe en una custodia.
«Mi carne es verdadera comida, y mi Sangre verdadera bebida; el que come mi Carne, y bebe mi Sangre, en Mí mora, y Yo en él.» (Jn 6, 56-57)
Esta fiesta se comenzó a celebrar en 1246, siendo extendida a toda la Iglesia occidental por el Papa Urbano IV en 1264, teniendo como finalidad proclamar la fe en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía. Presencia permanente y substancial más allá de la celebración de la Misa y que es digna de ser adorada en la exposición solemne y en las procesiones con el Santísimo Sacramento que entonces comenzaron a celebrarse y que han llegado a ser verdaderos monumentos de la piedad católica. Ocurre, como en la solemnidad de la Trinidad, que lo que se celebra todos los días tiene una ocasión exclusiva para profundizar en lo que se hace con otros motivos. Este es el día de la eucaristía en sí misma, ocasión para creer y adorar, pero también para conocer mejor la riqueza de este misterio a partir de las oraciones y de los textos bíblicos asignados en los tres ciclos de las lecturas.
Si Jesucristo en la cruz nos salvó, al instituir la Eucaristía la víspera de su muerte, quiso en ella dejarnos un vivo recuerdo de la Pasión. El altar viene siendo como la prolongación del Calvario, y la misa anuncia la muerte del Señor. Porque en efecto, allí está Jesús como una víctima, pues las palabras de la doble consagración nos dicen que primero se convierte el pan en Cuerpo de Cristo, y luego el vino en Su Sangre, de manera que, ofrece a su Padre, en unión con sus sacerdotes, la sangre vertida y el cuerpo clavado en la Cruz.
La Hostia santa se convierte en «trigo que nutre nuestras almas». Como Cristo al ser hecho Hijo de recibió la vida eterna del Padre, los cristianos participan de Su eterna vida uniéndose a Jesús en el Sacramento, que es el símbolo más sublime, real y concreto de la unidad con la Víctima del Calvario.
Esta posesión anticipada de la vida divina acá en la tierra por medio de la Eucaristía, es comienzo de aquella otra de que plenamente disfrutaremos en el Cielo, porque «el Pan mismo de los ángeles, que ahora comemos bajo los sagrados velos, lo conmemoraremos después en el Cielo ya sin velos» (Concilio de Trento).
Fuente:www.ewtn.com
Festividad del SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS.
"Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.”
Mateo 11, 25 – 30
La Iglesia comienza a celebrar esta fiesta a la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús en el marco de su liturgia en el año 1856 -aunque lo hacía ya con anterioridad desde el corazón-, cuando el Papa Pío IX la instituye para contemplar este gran misterio del amor de Dios, de Jesús que muere por nosotros.
Durante todo el mes de junio la Iglesia quiere ponerse a los pies de este Corazón del cual manó Sangre y Agua, y dedicarle el mes a la Devoción del Sagrado Corazón de Jesús.
En esta fiesta no celebra el órgano del corazón de Jesús, sino celebramos a Cristo total y, de manera particular, el amor de Jesús. Celebramos el amor que Dios nos tiene: en que mandó al mundo su Hijo único para que vivamos por medio de Él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados. Si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros. Es sentir que Jesús entrega su vida por amor a nosotros, experimentar la cercanía del amor de Dios.
Que cada día le podamos regalar a Jesús nuestro propio corazón y recibamos de Él toda su gracia, toda su bendición, todo su amor.
Adap: Padre Gabriel Camuso. Radio María.
miércoles, 26 de mayo de 2010
Tedeum en la Catedral. El Card. Bergoglio reclamó un clima social, espiritual e institucional.
Card. Jorge Mario Bergoglio en el TedeumBuenos Aires, 25 May. 10 (AICA) El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge Mario Bergoglio, volvió a reclamar hoy “un clima social y espiritual distinto al que estamos viviendo”, y consideró que “urge recrear las condiciones políticas e institucionales que nos permitan superar el estado de confrontación permanente que profundiza nuestros males”.
Antes de iniciar la celebración, el purpurado porteño destacó como ”un hermoso gesto” que las autoridades nacionales, encabezadas por la presidenta Cristina Fernández, hayan ido a la basílica de Luján para dar gracias a Dios por la Patria, y se unió a mismo gesto que se realizará en otras catedrales católicas y cristianas del país.
El purpurado no improvisó una homilía, sino que optó por leer la declaración “La Patria es un don, la Nación una tarea”, redactado durante la 155º reunión de la Comisión Permanente, de marzo pasado. El mismo texto que entonces la comisión ejecutiva llevó personalmente a la presidenta Cristiana Fernández de Kirchner, a los integrantes de la Corte Suprema de Justicia y a los titulares de las cámaras de Diputados y Senadores.
Tras señalar que “la situación actual requiere una actitud de grandeza de parte de todos los argentinos, en particular de sus dirigentes”, estimó que “no es momento para victimizarnos ni para procurar ventajas sectoriales”.
“Aunque a veces lo perdamos de vista, la calidad de vida de las personas está fuertemente vinculada a la salud de las instituciones de la Constitución cuyo deficiente funcionamiento produce un alto costo social. La calidad institucional es el camino más seguro para lograr la inclusión de todos en la comunidad nacional. Por eso, es necesario que los poderes del Estado, de acuerdo a su naturaleza, actúen respetando su legítima autonomía y complementándose en el servicio al bien común”, subrayó.
El cardenal Bergoglio hizo hincapié también en el párrafo que exhorta a “privilegiar la sanción de leyes que respondan a las necesidades reales del pueblo, y no de detenerse en opciones fijadas por intereses que no tienen en cuenta la naturaleza de la personas humana, de la familia y la sociedad”.
Oportunamente, el vocero episcopal, presbítero Jorge Oesterheld, explicó que en ese punto los obispos se referían a los intentos por sancionar normas para favorecer el mal llamado “matrimonio” entre personas del mismo sexo y el aborto.
Una copia de la declaración “La Patria es un don, la Nación una tarea” y el documento “Hacia un Bicentenario en Justicia y solidaridad” fueron entregados a los representantes políticos y fieles que asistieron a la catedral metropolitana a dar gracias a Dios por la Patria, en el marco del comienzo de los festejos por el Bicentenario 2010-2016.
Al finalizar la acción de gracias, referentes de diversos credos manifestaron desde sus creencias el significado de esta fecha patria.
Texto completo del documento
1. La celebración del Bicentenario merece un clima social y espiritual distinto al que estamos viviendo. Urge recrear las condiciones políticas e institucionales que nos permitan superar el estado de confrontación permanente que profundiza nuestros males. La situación actual requiere una actitud de grandeza de parte de todos los argentinos, en particular de sus dirigentes. También nosotros, como pastores, nos sentimos interpelados por esta situación y no nos excluimos del examen de conciencia que se debe hacer.
2. La que sufre es la Nación toda; no es momento para victimizarnos ni para procurar ventajas sectoriales. “Aunque a veces lo perdamos de vista, la calidad de vida de las personas está fuertemente vinculada a la salud de las instituciones de la Constitución cuyo deficiente funcionamiento produce un alto costo social” . La calidad institucional es el camino más seguro para lograr la inclusión de todos en la comunidad nacional. Por eso, es necesario que los poderes del Estado, de acuerdo a su naturaleza, actúen respetando su legítima autonomía y complementándose en el servicio al bien común.
3. Si toda la Nación sufre, más duramente sufren los pobres. Este es un reclamo del cual nos volvemos a hacer eco, porque se trata de una deuda que sigue vigente, y que se lee “en los rostros de miles de hermanos que no llegan a vivir conforme a su dignidad de hijos de Dios” . Por ello, es el momento de privilegiar la sanción de leyes que respondan a las necesidades reales de nuestro pueblo, y no de detenerse en opciones fijadas por intereses que no tienen en cuenta la naturaleza de la persona humana, de la familia y de la sociedad.
4. La Patria es un don que hemos recibido, la Nación una tarea que nos convoca y compromete nuestro esfuerzo. Asumir esta misión con espíritu fraterno y solidario es el mejor modo de celebrar el Bicentenario de nuestra Patria.
5. Los cristianos invitamos a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a unirse a nosotros en la oración para invocar al Señor, que es la fuerza de su pueblo, y a pedirle por nuestra querida Patria argentina: “Salva a tu pueblo y bendice a tu herencia; apaciéntalos y sé su guía para siempre” . Una vez más ponemos estos deseos y esperanzas en las manos de Nuestra Madre de Luján.