¿A dónde podemos ir después de la muerte?
- Recuerda ante todo, que eres TU quien lo decidirá, de acuerdo a como lleves tu vida, a donde quieres llegar después de la muerte. Existen 3 destinos: el cielo, el purgatorio o el infierno. Debes saber que estos, no son un lugar sino un estado, una forma de estar toda la eternidad.
¿CÓMO ES EL CIELO?
- Vivir el cielo es estar con Dios. ¡Te imáginas! ver cara a cara a Dios. Esto basta para ser todo lo feliz que se puede ser, para tener toda la alegría, vida, luz, paz que se puede tener. Y tenerlas para toda la eternidad, para siempre y por siempre.
- Es el estado de infinita felicidad, en donde podrás amar y ser amado por Dios para siempre. En esta vida perfecta podrás estar con el Padre, el Hijo, el Espíritu Santo,
- San Pablo en una de sus cartas dice sobre el cielo: Lo que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni al corazón del hombre llegó, es lo que Dios preparó para los que lo aman (1Co 2,9), queriendo dar a entender que la felicidad que vivirás en el cielo no te la puedes ni imaginar, y no se compara para nada con la más grande felicidad que hayas podido sentir en esta vida.
¿QUIÉNES VAN AL CIELO?
- Los que mueren en la gracia y la amistad con Dios, es decir sin pecado alguno, ni venial ni mortal, completamente purificados.
¿QUÉ ES EL PURGATORIO?
- Es el estado en el que un alma se purifica de los pecados que hizo y de las virtudes que no desarrolló, para poder entrar al cielo con Dios.
El purgatorio puede ser más o menos profundo, dependiendo de cada alma.
¿QUIÉNES VAN AL PURGATORIO?
- Los que mueren en la gracia y la amistad con Dios, pero no totalmente purificados, aunque estén seguros de su salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar al cielo.
¿POR QUÉ SE SUFRE EN EL PURGATORIO?
- El alma en el purgatorio sufre por dos razones:
a) Siente un gran dolor de verse defectuosa, manchada, no perfecta.
b) El alma ama a Dios con un amor inmenso, lo que más desea es unirse cuanto antes a El, pero se da cuenta de que por sus pequeñas manchas e imperfecciones no puede hacerlo todavía.
- Esta angustia, este sufrimiento es grandísimo, sin embargo las almas del purgatorio son almas a la vez alegres porque:
- saben que es seguro que podrán entrar al cielo.
- se ven a si mismas impuras, manchadas necesitadas de purificación. Por eso se alegran de sufrir para hacerse dignas de Dios y del cielo.
- Son almas que tienen un amor ardiente a Dios, El amor no mide, no siente el sacrificio, más aún, lo desea porque sabe que es un medio necesario para unirse al amado.
¿PUEDO TRATAR DE PURIFICAR LAS MANCHAS DE MI ALMA EN VIDA?
- Claro que puedes: primero tratando de desarrollar lo más que puedas los talentos que Dios te dio.
Segundo, si has pecado, puedes purificarte, haciendo sacrificios, penitencia, ofreciendo tus dolores, tu oración, haciendo obras buenas, todo esto con la intención de ¨reparar¨ esas ofensas a Dios.
El PURGATORIO ES EL ÚLTIMO REGALO DE DIOS:
- Debemos dar gracias a Dios por este último regalo, una última oportunidad para poder entrar al cielo. El purgatorio es entonces esa última mirada de amor de Dios hacia el hombre que va a su encuentro.
-
a) El purgatorio sí existe.
b) No es un lugar sino un estado, en el que los difuntos son ¨purfificados¨.
c) Que los vivos pueden ayudar a los difuntos con oraciones y sacrificios.
¿QUÉ ES ESTAR PURIFICADOS?
- Te explicaremos esto con dos ejemplos:
a) Dios te entrega el alma como si fuera una hoja perfectamente blanca, limpia, después de tu bautismo.
Cuando tú cometes un pecado mortal (grave) haces una mancha negra y grande en esa hoja. Si vas a confesarte, entonces el Sacerdote, en nombre de Dios te perdona y es como si borrara con una goma esa mancha; sin embargo, siempre a pesar de lo borrado queda una marca en tu hoja de que esa mancha estuvo algún día ahí.
Cuando cometes un pecado venial (menor), creas una mancha gris y pequeña en esa hoja blanca que es tu alma. El por lo mucho que te ama, te perdona y borra esa mancha con su goma, pero queda también la marca de ese pequeño borrón. Estas manchas que quedan se llaman la pena temporal que hay que pagar.
Para poder entrar al cielo necesitas tener esa hoja que es tu alma, perfectamente blanca, rechinando de limpia, como estaba cuando por vez primera te la entregaron, sin ningún manchón o borrón, por pequeño que sea.
b) Por otro lado cuando naces, Dios te regala unas cualidades, talentos o dones en potencia, que depende de ti el desarrollarlos a lo largo de tu vida. Si al morirte tienes esas virtudes a medio hacer, no puedes entrar así al cielo, entonces durante el purgatorio, se perfeccionan esas virtudes que estaban imperfectas.
3. EL INFIERNO
- Lo primero que debe quedar muy claro es que Dios no ¨te manda al infierno. Dios es un Dios de amor. Lo que pasa es que tanto amó al hombre que cuando lo creó le regaló
¿QUIÉNES VAN AL INFIERNO?
- Aquellas almas que mueren en pecado mortal (grave) sin estar arrepentidos. Aquellos que no quisieron acoger el amor misericordioso (el perdón) de Dios en la confesión.
¿CÓMO ES EL INFIERNO?
- Es estar separado para siempre de Dios, en quien únicamente puede tener el hombre la vida y la felicidad. Esto significa que las almas del infierno sufren muchísimo y no pueden ser felices nunca porque no tendrán a Dios nunca.
Sufren porque estuvo en sus manos poderse salvar y ellos decidieron no hacerlo y ya no hay remedio alguno.
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