“Y Jesús dijo: Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación... Y los discípulos salieron a predicar por todas partes con la ayuda del Señor, el cual confirmaba su mensaje con las señales que lo acompañaban” (Mc.16,15-20)
domingo, 20 de diciembre de 2009
miércoles, 16 de diciembre de 2009
ORACIÓN AL NIÑO DE BELÉN DE JUAN XXIII
Dulce Niño de Belén, haz que penetremos con toda el alma en este profundo misterio de la Navidad. Pon en el corazón de los hombres esa paz que buscan, a veces con tanta violencia, y que tú sólo puedes dar. Ayúdales a conocerse mejor y a vivir fraternalmente como hijos del mismo Padre.
Descúbreles también tu hermosura, tu santidad y tu pureza. Despierta en su corazón el amor y la gratitud a tu infinita bondad. Únelos en tu caridad. Y danos a todos tu celeste paz. Amén.
ORACIÓN AL NACIMIENTO DE JESÚS
En el humilde pesebre es en donde Jesús aparece más grande y más glorioso.
Dios acababa de dar a la tierra un Salvador y en los brazos de María en éxtasis, los Ángeles adoran al Verbo encarnado. ¡Que lección para nuestra fe! El tiempo no disminuye la profundidad del misterio; los siglos pasan por delante de este pesebre bendito, el cual nos conserva y nos transmite el recuerdo del nacimiento de Jesucristo, sublime y encantadora prueba del amor de Dios hacia nosotros! Si vosotros no podéis olvidar vuestra madre, vuestra familia, vuestra patria, cristianos no olvidéis al que ha nacido para salvarnos.
Oración. Dios Todo Poderoso, que derramáis hoy sobre nosotros la nueva luz de vuestro Verbo encarnado, haced que la fe de este misterio se infunda también en nuestros corazones. Señor y Dios nuestro, haced del mismo modo, te lo rogarnos, que celebrando con alegría
ORACIÓN PARA PEDIR LA FELICIDAD EN EL NUEVO AÑO
Te pedimos, Señor, paz y felicidad en el nuevo año. Que seamos felices, Señor, en esta tierra nuestra: Ella nos sustenta y rige.
Que seamos felices, Señor, con el perdón: Nada más poderoso para desterrar los odios y establecer la paz.
Que seamos felices, Señor, con la justicia: Sin ella no hay humanidad.
Que seamos felices, Señor, con la ternura: Es el único sol necesario para alumbrar días y noches.
Que seamos felices, Señor, en este nuevo año de 2010.
Lo necesitamos. Es deseo y don tuyo. Amén.
sábado, 12 de diciembre de 2009
Ntra Sra de Guadalupe. 12 de Dic.
Oración a la Virgen de Guadalupe
Préstame Madre tus ojos, para con ellos poder mirar, porque si con ellos miro, nunca volveré a pecar.
Préstame Madre tus labios, para con ellos rezar, porque si con ellos rezo, Jesús me podrá escuchar.
Préstame Madre tu lengua, para poder comulgar,
pues es tu lengua patena de amor y santidad.
Préstame Madre tus brazos, para poder trabajar, que así rendirá el trabajo una y mil veces más.
Préstame Madre tu manto, para cubrir mi maldad, pues cubierta con tu manto al Cielo he de llegar.
Préstame Madre a tu Hijo, para poder yo amar.
Si tu me das a Jesús, qué más puedo yo desear
y ésta será mi dicha por toda la eternidad.
Amén.
martes, 8 de diciembre de 2009
Oración para rezar en la cena de Navidad
"Hoy, Nochebuena, tenemos, de manera especial y como centro
de nuestra familia a Jesucristo, nuestro Señor.
Vamos a encender un cirio en medio de la mesa
para que ese cirio nos haga pensar en Jesús
y vamos a darle gracias a Dios por habernos enviado
a su Hijo Jesucristo.
Gracias Padre, que nos amaste tanto que nos diste a tu Hijo.
Gracias Jesús por haberte hecho niño para salvarnos.
Gracias Jesús, por haber traído al mundo el amor de Dios.
Señor Jesús, Tú viniste a decirnos que Dios nos ama y
que nosotros debemos amar a los demás.
Señor Jesús, Tú viniste a decirnos que da más alegría el dar que el recibir.
Señor Jesús, Tú viniste a decirnos que lo que hacemos a los demás
te lo hacemos a Ti.
Gracias María, por haber aceptado ser
Gracias San José, por cuidar de Jesús y María.
Gracias Padre por esta Noche de Paz, Noche de Amor, que Tú nos has dado al darnos a tu Hijo, te pedimos que nos bendigas, que bendigas estos alimentos que dados por tu bondad vamos a tomar, y bendigas las manos que los prepararon.
Niño Dios, tú que llegaste al mundo para salvar, te pido años de paz.
Niño Dios, tú que naciste en un pesebre, te pido que no haya más miserias en el mundo.
Niño Dios, tu que naciste de una madre virgen, te pido pureza en este mundo.
Niño Dios, tu que eres salvador, sálvanos de los desastres que nos provoca la naturaleza.
Niño Dios, tú que nos diste la vida para vivirla, que la vivamos de acuerdo a tu gloriosa vida.
Amén
Fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen. 8 de Dic.
Sólo a Ella Dios le concedió el privilegio de haber sido preservada del pecado original, como un regalo especial para la mujer que sería la Madre de Jesús y madre Nuestra | |||
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Virgen María, Madre Inmaculada, ruega por nosotros!
La Inmaculada Concepción es una de las advocaciones principales de María. Su corazón inmaculado nos muestra un don libérrimo del amor de predilección del Señor por su alma. Es el que la distingue más del resto de las criaturas desde el primer instante de su concepción y nos permite adentrarnos confiada y humildemente en algunas de las riquezas que se desprenden de este corazón materno.
Dirijamos por unos momentos nuestra atención al pasaje de la Anunciación e, inicialmente, partamos del significado del término “Inmaculada”. Es una palabra derivada del latín y compuesta de dos elementos: la preposición “in” que aquí significa “sin” y el sustantivo “macula” que significa “mancha”.
Así pues, un primer sentido de la palabra “Inmaculada” es “sin mancha”.
Dado que en María este adjetivo se aplica a su concepción, conviene recordar que, por la desobediencia inicial de nuestros primeros padres, todo hombre o mujer es concebido y nace con el pecado original cuyas consecuencias, en síntesis, expone así el concilio Vaticano II en la Constitución pastoral Gaudium et Spes:
Lo que la revelación divina nos enseña coincide con la misma experiencia. Pues el hombre, al examinar su corazón, se descubre también inclinado al mal e inmerso en muchos males que no pueden proceder de su Creador, que es bueno. Negándose con frecuencia a reconocer a Cristo como su principio, rompió además el orden debido con respecto a su fin último y, al mismo tiempo, toda su ordenación en relación consigo mismo, con todos los otros hombres y con todas las cosas creadas (Gaudium et Spes, n. 13, 1.)
Todos, menos María. Ella es “la mujer sin mancha” desde el primer instante de su concepción. Por lo mismo, sin mancha en su fe, en su esperanza y en su caridad. María recibió como don un orden y una altura especiales en la vivencia de estas virtudes que son la puerta, el camino y la meta de nuestras relaciones con Dios y con los demás.
Y fue también sin mancha en la vivencia de la prudencia, de la justicia, de la fortaleza y de la templanza. Las faltas que todos los demás hemos cometido y podemos cometer en la práctica de estas virtudes no aparecen en la vida de María por este don especial que Dios le hizo desde el inicio de su vida y que la Iglesia reconoce en María al declarar el dogma de la Inmaculada Concepción.
Este significado se basa, en realidad, en un término que aparece antes en el pasaje de la Anunciación y que nos introduce en el segundo sentido de la palabra que nos ocupa en el presente capítulo: “Inmaculada”. Se trata de un verbo griego en participio perfecto: “kejaritoméne”. Significa “la llena de gracia, la que ha sido y continúa llena de gracia.
Para captar algo mejor la riqueza espiritual de este rayo del corazón de María conviene fijarnos en el modo como Dios se presenta a otros elegidos suyos en el Antiguo y en el Nuevo Testamento: Cuando elige a Moisés le dice: “Yo estaré contigo” (Gn 3, 12). En la elección de Jeremías, cuando éste muestra su temor por la vocación que está recibiendo, le dice igualmente Dios: “No temas porque yo estaré contigo para salvarte” (Jr 1, 8). A los mismos Apóstoles, en la última confirmación de su misión antes de subir al cielo, les dice el Señor: “Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28, 20).
En cambio a María, antes de decirle Dios por medio del ángel: “El Señor está contigo” (Lc 1, 28), le ha dicho: “llena de gracia” (ibíd), que es mucho más que la afirmación de un cierto nivel de complacencia y apoyo por parte de Dios a sus demás elegidos. El adjetivo “llena de gracia”, en el sentido literal y fuerte de la expresión, viene a significar: “Porque te he elegido para ser la Madre de mi Hijo, quiero que tu alma y tu cuerpo, tu psicología y tu temperamento, tus instintos y tus emociones, todas tus potencias reciban de modo especial el influjo de mi gracia. Desde el primer instante de tu concepción estarán libres por un don especial de mi amor de toda atadura de pecado y podrán alcanzar la mayor plenitud de gracia que puede conquistar tu condición de criatura en tu naturaleza humana”.
En su Constitución apostólica Ineffabilis Deus que declaraba el dogma de la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre de 1854, el Papa Pío IX expresó así este pensamiento:
Eligió Dios desde el principio y antes de los tiempos, una Madre para que su unigénito Hijo, hecho carne de ella, naciera en la dichosa plenitud de los tiempos; y en tanto grado la amó, que en sólo ella se complació con señadalísima benevolencia.
Y más adelante:
En tan alto grado la amó Dios por encima de todas las criaturas, que ella, libre siempre absolutamente de toda mancha de pecado y toda hermosa y perfecta, que no concibe en modo alguno mayor después de Dios y nadie puede imaginar después de Dios
La turbación de María en este punto puede explicarse no sólo por el tipo de saludo del ángel, sino porque empieza a captar algo de la profunda verdad de la obra que Dios ha realizado en su vida y porque en su humildad ella se siente indigna de tal don.
La “plenitud de gracia” en María significa, pues, que ella encarnará y desarrollará en un grado superior todas las virtudes que puede cultivar una persona; que en ella el arraigo de los hábitos buenos será más profundo; y que toda su persona poseerá una armonía interior y exterior sin las tristes rupturas que se han dado en todos los demás hombres y mujeres desde el pecado original de Adán y Eva.
Para valorar esta armonía originaria transcribo las consecuencias de su pérdida en nuestros primeros padres y en todos nosotros a consecuencia del pecado original. Así las describe el Catecismo:
La armonía en la que se encontraban, establecida gracias a la justicia original, queda destruida; el dominio de las facultades espirituales del alma sobre el cuerpo se quiebra (cf Gn 3, 7); la unión entre el hombre y la mujer es sometida a tensiones (cf Gn 3, 11-13); sus relaciones estarán marcadas por el deseo y el dominio (cf Gn 3, 16). La armonía con la creación se rompe; la creación visible se hace para el hombre extraña y hostil (cf Gn 3, 17-19). A causa del hombre, la creación es sometida “a la servidumbre de la corrupción” (Rm 8, 21). Por fin, la consecuencia explícitamente anunciada para el caso de desobediencia (cf Gn 2, 17), se realizará: el hombre “volverá al polvo del que fue formado” (Gn 3, 19). La muerte hace su entrada en la historia de la humanidad (cf Rm 5, 12) (Catecismo de la Iglesia Católica, 400).
Ante este panorama de riqueza y plenitud de gracia del corazón inmaculado de María, no podemos sino maravillarnos del amor de Dios que se eligió y se formó tal Madre y agradecer al Señor que la haya tomado de entre los nuestros y la haya convertido en “orgullo de nuestra raza” (cf Jd 15, 10).
Podemos, también, y debemos alabarla como la “Toda hermosa” y con las demás alabanzas que la piedad del pueblo cristiano ha condensado en los himnos y cantos marianos.
Conviene, además, meditar dichos himnos y cantos antiguos y presentes, pues todos ellos apuntan de un modo u otro a este origen de sus prerrogativas: la Inmaculada Concepción de María.
Podemos, asimismo, reflexionar en que ella es la única criatura inmaculada. Y que todos nosotros lo más que podemos es aspirar a formar un corazón que no se deje atrapar y vaya superando las seducciones de la riqueza, el placer, el poder, la soberbia, la ira, la pereza…; un corazón que ame y viva la virtud de la castidad en el propio estado de vida de solteros, casados, consagrados o viudos. Será ésta una conquista ardua, de mayor dificultad en determinados períodos de la vida, pero vale la pena el esfuerzo -afianzado en la correspondencia a la gracia de Dios- porque es así como vamos limpiando el propio corazón y experimentando la verdad de aquella bienaventuranza: “Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios” (Mt 5, 8).
Nos conviene también aumentar cada vez más nuestro aprecio por la vida de gracia, de modo que busquemos recuperarla si tenemos la desgracia de perderla e incrementarla durante toda nuestra vida para parecernos más a nuestra Madre Inmaculada, “la llena de gracia”.
Así expresa sus sentimientos de hijo un poeta católico del siglo XX ante María Inmaculada. Es una plegaria que nos hace mucho bien espiritual y que todos podemos apropiarnos:
Madre de Jesucristo, no vengo ahora a rezar. Yo nada tengo que ofrecer y nada tengo que pedir. Vengo solamente, Madre, para mirarte. Mirarte, llorar de felicidad, saber para mí que soy tu hijo, y que tú estás allí. Sólo un momento en la quietud del día. ¡Estar contigo en este sitio donde tú estás, María! No decir nada. Contemplar tu cara. Dejar el corazón cantar con sus propias palabras. No decir nada. Solamente cantar porque se tiene lleno el corazón, como el cenzontle… Porque tú eres hermosa, porque eres Inmaculada, la mujer en la gracia por fin restaurada…
Inefablemente intacta, porque eres la Madre de Jesucristo, que es la Verdad en tus brazos, y la Esperanza y fruto único.
Porque tú eres la mujer, el Edén de la antigua ternura olvidada, cuya mirada encuentra nuestro corazón de repente, y hace saltar las lágrimas acumuladas. Porque tú estás ahí para siempre, sólo porque tú eres María, sólo porque existes te doy las gracias, Madre de Jesucristo (CLAUDEL Paul, Oeuvre poétique, La Vierge a Midi, Gallimard, Paris 1967, pp. 539-540).
Si quieres comunicarte con el autor de este artículo, escribe un mensaje a
ftamayo@legionaries.org
sábado, 5 de diciembre de 2009
miércoles, 2 de diciembre de 2009
Inmaculada Concepción de María. 8 de diciembre
La Inmaculada Concepción de María es el dogma de fe que declara que por una gracia singular de Dios, María fue preservada de todo pecado, desde su concepción, proclamado por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854, en su bula Ineffabilis Deus.
En el siglo IX se introdujo en Occidente la fiesta de la Concepción de María, primero en Nápoles y luego en Inglaterra.
Oración a la Inmaculada Virgen María
Santísima Virgen, yo creo y confieso vuestra Santa e
Inmaculada Concepción pura y sin mancha.
¡Oh Purísima Virgen!,
por vuestra pureza virginal,
vuestra Inmaculada Concepción y
vuestra gloriosa cualidad de Madre de Dios,
alcanzadme de vuestro amado Hijo la humildad,
la caridad, una gran pureza de corazón,
de cuerpo y de espíritu,
una santa perseverancia en el bien,
el don de oración,
una buena vida y una santa muerte.
Amén"
ayúdanos a tener un corazón tan puro como el tuyo.
martes, 1 de diciembre de 2009
viernes, 27 de noviembre de 2009
Tiempo de Adviento con María
Madre:
enciende en nosotros la Luz verdadera que es Cristo,
háblanos de tu Hijo.
Amén
Adviento
Con este primer domingo de Adviento entramos en el tiempo de cuatro semanas que nos prepara inmediatamente para la fiesta de Navidad, memoria de la encarnación de Cristo en la historia. El Adviento es un tiempo de espera, de alegría y de esperanza.
Benedicto XVI en la encíclica Spe Salvi señala que el hombre tiene diferentes esperanzas en las diversas épocas de su vida, unas más grandes y otras más pequeñas; “sin embargo, cuando estas esperanzas se cumplen, se ve claramente que esto, en realidad, no lo era todo. Está claro que el hombre necesita una esperanza que vaya más allá. Es evidente que sólo puede contentarse con algo infinito, algo que será siempre más de lo que nunca podrá alcanzar”. De esta gran esperanza, que es Dios, nos habla el tiempo de Adviento.
Este tiempo nos ofrece una gran oportunidad para redescubrir lo que verdaderamente esperamos, lo que realmente puede hacernos felices. Al final del Adviento contemplaremos a Dios que se hace hombre en el misterio de
Dios viene a nosotros, entonces todo aquello que en nuestro corazón este desordenado debe ordenarse para recibir a Dios y con Él, al prójimo.
Manos a la obra!!!
Aprovechá este tiempo y prepará tu corazón.
lunes, 23 de noviembre de 2009
El Card. Bergoglio ordenó 14 nuevos sacerdotes porteños
En un clima emotivo, el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, ordenó 14 sacerdotes en el microestadio de Argentinos Juniors, en la Paternal, ante dos mil fieles.
"En nombre de Cristo y de la Iglesia, les pido que nunca se cansen de ser misericordiosos", les dijo Bergoglio a los nuevos sacerdotes.
Estos se formaron durante siete años en el seminario de Villa Devoto y pasaron luego un año como diáconos en diversas parroquias. Para su ordenación, eligieron el lema: "Somos suyos, a El pertenecemos".
Bergoglio los animó a que "escuchen siempre la música del primer llamado, del primer amor". Y dijo: "Le pido a Jesús que a los 70 años todos hayan perseverado en este camino".
El más joven, Oscar Mercado Bolton, tiene 25 años y es de Caballito; el más grande, Fabio Porcel, tiene 48, es de Parque Chacabuco y ejerció muchos años como contador.
La misa de ordenación duró dos horas y media; la concelebró el arzobispo con seis obispos auxiliares y unos 250 sacerdotes. Bergoglio les pidió a los que se ordenaban que "nunca se [olvidaran] de que no entraron para hacer carrera; ustedes no eligieron, fueron elegidos para un camino de cruz, de servicio al Señor".
En el estadio lleno, hubo momentos de profundo silencio, en los que podía oírse sólo el llanto de una criatura. Hubo cantos, música, rezos, abrazos y aplausos. "Tú eres sacerdote para siempre, mediador entre Dios y los hombres", se cantó, tras la imposición de manos a los nuevos presbíteros.
Quiénes son
Uno de los nuevos sacerdotes, Eduardo Drabble, abogado, estuvo un año como diácono en la villa 31, de Retiro. Un numeroso grupo de jóvenes de la parroquia Cristo Obrero sostenía un cartel con mensajes personales. Decía cosas, como: "Edu, siempre serás una persona muy importante para nuestras vidas" y "Has vivido con nosotros encuentros y desencuentros. Donde existía soledad, vos supiste llenar vacíos inimaginables".
Otro nuevo sacerdote, Juan Pablo Ballesteros, es profesor de educación física y trabajó con personas sordomudas; Adrián Bennardis es licenciado en Ciencias Políticas.
Matías Jurado Traverso, de 33 años, se licenció en Comunicación Social en la Universidad Austral y realizó una pasantía en las secciones Agropecuarias y online de LA NACION en 1997. Matías comentó al diario en el que trabajó: "Algo que nos caracteriza a todos es que en algún momento de nuestra vida nos encontramos cara a cara con Dios, en una experiencia profunda. Y quedamos marcados por ese encuentro".
Dos de los nuevos sacerdotes vivieron experiencias misioneras: Hernán Morelli, en la Patagonia, y Diego Canale, en Mozambique.
No faltan otras historias de vida muy variadas: Juan Pablo Sclippa trabajó en un hotel cinco estrellas y Jorge Lettera, en la Bolsa de Valores; Eusebio Hernández Greco pasó unos años en un monasterio; Pedro Cannavó e Ignacio Baggatini son aficionados al montañismo y a Gustavo Borelli le entusiasman la música y la tarea de ayuda social y humana en Cáritas.
Al final, todos rezaron: "Te pedimos por los jóvenes a quienes también hoy llamas, que sepan escucharte y tengan el coraje de responderte".
Jorge Rouillon
La Nación
Armado del pesebre.
“Construir el pesebre en casa puede revelarse como un modo simple, pero eficaz de presentar la fe para transmitirla a los propios hijos”.
Benedicto XVI
El pesebre nos ayuda a contemplar el misterio del amor de Dios que se ha revelado en la pobreza y en la simplicidad de la gruta de Belén, habla de la humildad y de la bondad misericordiosa de Cristo, el cual ‘de rico que era se hizo pobre’ por nosotros. Su pobreza enriquece a quien la abraza y
Este signo permanece también para nosotros. No hay otra navidad.
Comenzamos con las catequistas la hermosa tarea de armar el pesebre del cole.
Nos encontramos el miercoles 25/11 a las 14.30 Hs. Traer mate y algo para compartir y muchas ganas de ir preparando el lugarcito que albergará al Niño Jesús!!!
domingo, 22 de noviembre de 2009
Gracias! Comunidad Pquia. Ntra. Sra. del Rosario
Primeras Comuniones! 21 de Noviembre.
Que Jesús Sacramentado los ayude a vivir en el Amor a Dios y a los hermanos...
Tobías, Mauro, Nicolás, Fabián, Juan Manuel, Facundo,Tomás, Juan Ignacio, Lautaro, Iván, Lisandro, Agustín, Javier, Bruno, Oriana, Celeste Naiara, Brenda, Camila, Lucía, Lourdes, Micaela, Alejo, Ezequiel, Gonzalo, Valentín, Alejandro, Gastón, Agustín.
Felicitaciones chicos!!!
Bendiciones para ustedes y toda vuestra familia!
Es el deseo de toda la Comunidad del Francesco
martes, 17 de noviembre de 2009
Bautismos
Gracias a todas las familias y a la seño María Laura que compartieron con nosotros, como comunidad, el hermoso momento de ver a nuestros niños Malena, Melina, Tatiana y Lucas convertirse plenamente en hijos de Dios.
Y gracias a ustedes chicos por permitirnos renovar las promesas de nuestro bautismo.
Ahora todos juntos podemos decir:
“Jesús vive en mí
Y yo vivo en Él.”