"La tierra es un don de Dios, don que Él hizo para todos los seres humanos..." Juan Pablo II:
“…Dios confiere a los hombres el señorío sobre
las tierras, pero este dominio no puede ser ejercido con despotismo depredador;
sería incompatible con la función de co- creador. La autoridad se les confiere
para ordenar y hacer crecer la naturaleza para todos”. “Siendo la tierra don de
Dios para el ser humano en cuanto tal, es la humanidad conjuntamente la que
debe sentirse responsable de la
creación, y debe organizarse comunitariamente para ello……Esta tierra es comunitaria,
nadie puede apropiarse de ella en exclusividad. Dios es el dueño de toda la
tierra y el Dios de todos.”